Una casualidad y el descubrimiento de yacimientos de cobre hizo que brotara una nueva ciudad en medio del desierto sudcaliforniano en 1868. Desde entonces, Santa Rosalía fue marcada por la minería y la Plaza Museo La Fundición rinde homenaje a la vocación de la ciudad, que primero trajo bienestar a sus pobladores y que ahora atrae también a cientos de turistas que viajan hasta esta parte de Baja California Sur, para descubrir el rincón francés.
La Antigua Fundidora, como también se le conoce a este inmueble, fue construida a finales del Siglo XIX por la Compañía Francesa El Boleo con la intención de fundir aquí todo el metal que se recolectaba de los distintos puntos mineros alrededor del poblado, para luego exportarlo en barco a distintas partes del mundo.
En los años de bonanza la fundidora tuvo una capacidad de fundir 180 toneladas de cobre por día, toda una proeza para aquello años. Adentrarse en la antigua nave que en su momento también generó la electricidad para el poblado, te dará la oportunidad de dimensionar la importancia que tuvo esta industria no sólo para la comunidad, sino para todo el país, ya que Santa Rosalía fue precursora de la minería de cobre en todo México.
Si tienes suerte en tu visita a este histórico lugar y te encuentras al señor José Corona [quien funge como guía ciertos días de la semana], pregúntale sobre el pasado de este singular espacio; él mismo trabajó en este edificio por espacio de treinta años y proviene a su vez de una familia de mineros. ¡Toda una joya!
Tipo de atracción: Histórico
Horario de atención: Lunes a viernes de 8:00 a 14:00 horas, sábados y domingos de 7:00 a 19:00 horas
Carretera Transpeninsular, frente a El Chute.